2020

Quiero contarte, que ni la naturaleza, ni las plantas, ni ninguna otra especie, vivió lo que la nuestra, sí, decidió vivir, nosotros con nuestra conducta, nuestras normas, nuestras definiciones, nuestras leyes, nuestros usos y costumbres, nuestras culturas, nuestras civilizaciones y gobiernos, decidimos vivir este año de esta manera.

Como especie, hemos evolucionado y ya somos casi 7.900 millones de seres humanos vivos finalizando 2020.

Todos con quienes convivimos en este planeta, me refiero, a otras especies y reinos, aceptan y fluyen en una evolución constante, hace millones de años.

El universo es abundante, expansivo, inclusivo, sistémico y orgánico y nosotros como especie, somos una partecita del todo y tenemos las mismas cualidades, es mentira y nos han convencido que hay escasez y la falsa ilusión que la naturaleza es finita y que algo en este universo es escaso, solo con observar las frutas y flores, por ejemplo el melón, la sandía, la naranja, el limón o cualquier otra y tomar consciencia de que por cada semilla, de las muchas que tiene una sola fruta, y con una sola semilla podemos obtener un árbol que con el tiempo, agua, sol y tierra, nos dará muchos frutos y cada fruto, muchos más árboles y así vivenciar el ciclo infinito y expansivo y abundante que se replica en todos los seres vivientes de cada especie y de cada reino, todos buscan la supervivencia y encuentran un equilibrio sorprendente entre las especies y los reinos.

Tenemos que hacernos cargo, dejar de buscar culpables y mirarnos más, ser conscientes y utilizar nuestro intelecto, evolución y sabiduría, para redefinir y redirigir nuestro destino, con metodologías y procesos sustentables, con pilares en economias basadas en recursos que son patrimonio de la humanidad. Abandonar, definitivamente, la acumulación de bienes superfluos e innecesarios, que tanto daño le hacen a la gran mayoría y al medioambiente y buscar el desarrollo y bienestar de todos, siendo inaceptable, cualquier tipo de exclusión.